10 Martxoa, 2016

Basaurin auto partekatuz

Igandean 06.03.16ean ‘el correo’ egunkarian argitaratutako artikulua jasotzen dugu

Para algunos, el coche resulta una herramienta vital para poder trasladarse al trabajo. Y también forma parte de ese momento de sosiego del que uno disfruta cuando tiene que desplazarse después de la jornada. O no, si se topa con un atasco. A otros les sale mejor usar el transporte público, ya sea para ahorrarse dinero o para evitar aglomeraciones que crispan los nervios, aunque el vehículo les resulte imprescindible durante unos pocos días al mes. Y en Basauri trabajan en una iniciativa pionera, que pretenderá, precisamente, a algunos propietarios de coches compartir los gastos que generan, y a otros utilizar uno de ellos cuando tenga necesidad. La asociación ecologista Sagarrak con la ayuda de una organización sin ánimo de lucro – Eusko Car Sharing Elkartea-, ha impulsado el uso del coche compartido en el municipio , convirtiéndose en el primero de Euskadi que implantará un programa de estas características, aunque la comarca de Uribe Kosta sentó un precedente, eso sí, adquiriendo una flota de coches de alquiler. La iniciativa contribuye tanto al ahorro – compartir coche es notablemente más barato que tenerlo en propiedad – como reducir la contaminación y emisión de gases a la atmosfera.

Cuatro miembros de la asociación han participado durante cuatro meses en proyecto piloto, uno que quieren implantar en el municipio tras constatar sus múltiples ventajas. Lo presentarán el próximo día diez en la Torre de Ariz, a las 19:00 horas, en una charla a la que están invitados todos los vecinos. Y los que deseen podrán apuntarse, sumando así vehículos a la flota susceptible de ser compartida.

La iniciativa va dirigida a personas o entidades dispuestas a ofrecer su coche porque lo utilizan de manera puntual, o a los que están estudiando la comprar de un segundo vehículo. Y a los vecinos – de cualquier municipio – que no tienen uno, pero que en ocasiones lo necesitan. Los privilegios de la formula no llegan únicamente en cuestiones de rentabilidad, ya que se trata de un servicio ‘cómodo y práctico’ al intercambiar transporte con personas del entorno. Se trata de una iniciativa ‘transparente y justa’, porque permite conocer los costes reales que acarrea tener un automóvil, y supone una solución también para aquellas familias con dificultad para comprar uno, fomentando la igual social. Las personas que comparten el coche, señalan desde Sagarrak, se caracterizan por ser más conscientes y cuidadosos planificando su uso. ‘De este modo se consigue hacer menos kilómetros con él, reduciendo las emisiones y el consumo de energía fósil’ explican.

Además de permitir ahorros en concepto de movilidad y reducir la necesidad de infraestructuras y aparcamientos, los esquemas de coche compartido fomentan el desarrollo local y favorecen la económica. Diego, Boby, Garbiñe y Montse han hecho tanto viajes puntuales como otros más largos compartiendo un vehículo desde octubre, ‘todo un lujo’ valoran.

‘Antes de empezar teníamos muchas dudas pero ha resultado muy fácil – confiesa Montse – Son las ganas de hacerlo y la necesidad en la que estés. Al que no tiene coche, para un desplazamiento puntual, se le ofrece la facilidad de acceder a uno como si fuera suyo. Y es una maravilla porque no tienes ninguna complicación. Te quedas con lo mejor’ explica.

Las obligaciones económicas y responsabilidades son iguales para todos, y el propietario cuenta con un aval legal ya que están contemplados, además, todos los gastos tanto el seguro como de gasolina y desgaste del vehículo. A final de mes a cada uno le llega su ‘factura’ particular en función de lo que haya gastado. El kilómetro, señalan, suele salir entre los 20 y 30 céntimos.

‘Compartir el automóvil es algo que se ha hecho siempre, aunque antes no tenía nombre. Y el que te dejaba era siempre un familiar o un amigo’ señala. Ahora no hay necesidad de pedir ‘favores’, porque hay una forma correcta y organizada de hacerlo. ‘Y uno racionaliza el uso del mismo, porque tienes que pensar con antelación cuando lo necesitas para solicitarlo y ver si esta libre. Y no lo usas porque sí, si no para algo necesario. Un coche propio muchas veces lo coges para cosas que realmente no hace falta. Por eso es un consumo más reflexivo y consciente’ afirma Montse.